Huellas hechas de cultura
La creadora de la Casa Cultural Huellas, Analissa Williams, comparte cómo se le ocurrió este proyecto y cuál es su norte de vida.
29 may 2013 –
Luego de laborar por varios años como gerente de mercadeo en más de una empresa de la industria de las telecomunicaciones, la vida de Analissa Williams dio un giro que la llevó a dirigir el Centro de Arte y Cultura, entidad del Ministerio de Educación.
Después de tres años de estar tan de cerca con el andar del arte, la ahora promotora cultural cerró sus ojos y se embarcó en un proyecto gratificante para ella: la Casa Cultural Huellas.
Eso fue en 2004 y este 1 de junio cumple nueve años su bregar de compartir y fomentar las manifestaciones creativas.
Williams comparte su visión de cómo se promueve el arte en Panamá.
¿Qué ha sido lo fácil de esta tu iniciativa?
Atreverme y ejecutar. Si sueño despierta me duermo, debo actuar. Arte y cultura eran un campo poco explorado y valorado en Panamá, allí encontré múltiples oportunidades para desarrollar mi proyecto conjugando arte, creatividad y educación en niños y adultos; teniendo como principales aliados la reinvención y la pasión.
¿Cuál es la parte difícil?
Convencer a las personas de la importancia que tiene la creatividad como forma de pensamiento para enfrentar situaciones cotidianas y para desarrollar sensibilidades que permitan un mayor disfrute de las actividades culturales de distintos niveles de complejidad y de toda índole. Ese es nuestro norte: despertar, estimular y promover el potencial de cada individuo a través del arte.
Cuando iniciaste el proyecto, ¿imaginaste que llegaría a nueve años?
Huellas es un proyecto de vida y así me lo imaginé. Y mi pasión es contribuir al desarrollo de nuestra sociedad a través del arte y la cultura. Lo hago en modo presente y en modo de acción.
¿A dónde han llegado?
A muchas empresas, instituciones, colegios, fundaciones y comunidades remotas. Hoy por hoy, contamos con nuestro taller de arte, galería de arte, talleres para niños y adultos de todo el país a través de nuestros programas académicos, corporativos y comunitarios, seminarios de creatividad y organizaciones de actividades y eventos de celebraciones de arte.
¿Cómo celebrarán este aniversario?
Por todo lo alto, ofreciendo nuestros servicios y productos de manera gratuita, un open house culturoso. Recitales, talleres de literatura, expresión corporal, talleres de arte, charlas-taller de creatividad. El calendario lo estaremos anunciando en nuestra página de Facebook.
Después de nueve, ¿entonces hay un público que consume arte?
Nueve años significan terquedad, pero también esperanza y seguridad de que la labor se está haciendo lenta, pero segura. Sin educación, nunca habrá un consumo de arte de calidad, y eso se logra promoviendo y educando en el arte. El proyecto procura imprimir una huella indeleble que sirva de cimiento en la vida de muchos para un real cambio en la sociedad.
¿Qué hay en tu lista de cosas por lograr?
A mediano y a largo plazo aspiro a llegar a más personas que se enganchen con el tema y que logren valorar la importancia del arte y la creatividad en la vida de todos. A corto plazo, aspiro a conseguir la casa de los sueños de Huellas, un espacio que continuará la magia estimuladora de Huellas, con mayor comodidad y diversidad de servicios para los participantes y visitantes.
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