Una experiencia positiva hizo que Analisa Williams comprendiera y valorara la incidencia de las expresiones artísticas en los individuos y en la sociedad por extensión. Motivada por ello, fundó la Casa Cultural Huellas, de cuya impronta pueden dar fe cientos de niños, hoy convertidos en adultos. De eso hace 11 años.
Casa Cultural Huellas ha dejado a su paso una estela de beneficios, proporcionando espacios de aprendizaje y expresión a gente de todas las edades, tanto en las sedes donde ha operado como en instituciones y empresas del sector público y privado.
Y pesar de que el camino recorrido ha sido largo y sinuoso, Analisa Williams cree que todavía Casa Cultural Huellas tiene mucho que aportar a base de fuerza, vitalidad y energía.
Antes de salir a una cita en una empresa donde ofrece los servicios de Huellas, separa un espacio temprano en la mañana, para contar su historia teniendo como testigos, además del periodista y el fotógrafo, una casa en donde se respira una paz que solo ofrece el arte.
¿Cómo se origina la idea de Casa Cultural Huellas?
De tres años de experiencia positiva cuando trabajaba en el Centro de Arte y Cultura del Ministerio de Educación; vi un buen espacio para llenar y aquí estamos todavía tratando de llenarlo. Empezamos a crear talleres para niños y gente grande; era rico poder sacar un taller de todo lo que se iba observando, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta de que el arte va más allá que llenar un espacio. El arte sana almas, cura heridas, media conflictos, resuelve problemas tanto personales como grupales y ahí fue cuando empezamos a diseñar talleres con objetivos más profundos que desestrés y solo pasarla bien.
¿Qué se hace en Casa Cultural Huellas?
Hacemos talleres de arte para niños, adultos, de casi todas las manifestaciones artísticas. Vamos a escuelas, a empresas y a comunidades de escasos recursos. Promovemos artes visuales, teatro, danza, literatura, fotografía, música. Somos investigadores de la importancia de la creatividad en la vida cotidiana de las personas y promovemos el pensamiento creativo a través del arte. Somos cocreadores de la residencia internacional de artistas Conexión Drácula, donde vienen artistas de todas las expresiones artísticas a crear mediante retos creativos que les vamos poniendo. Y esta Conexión Drácula es lo que nos ha permitido ver cómo un pueblo se puede transformar con el arte y la creatividad, ya que lo realizamos en un pueblito llamado Guadalupe y este pueblo se ha ido transformando desde hace cuatro años, ya que ellos forman parte de los procesos creativos de las obras, y su sentido de pertenencia e identidad se maximizan. Hemos realizado festivales de poesía, festival de arte sobre papel. Hemos tenido interesantes alianzas locales e internacionales
¿Qué fines se plantea Casa Cultural Huellas?
Con los grandes cambios de la sociedad, también tenemos que realizar grandes cambios en nuestros aspectos humanos, y en Huellas nos planteamos y replanteamos todos los días, ese enfoque en sensibilizar al individuo hacia su poder creativo. Necesitamos despertar la creatividad que tenemos dentro y utilizarla en nuestra vida cotidiana. Esto lo hacemos a través del arte y la creatividad.
¿Qué cambios ha tenido que hacer en el modelo de gestión?
Si hay algo que siempre ha sido una constante en Huellas, ha sido el cambio. Estamos constantemente reinventándonos. El 60% de nuestra actividad siempre ha sido en empresas, comunidades y escuelas. Tenemos que llevar el mensaje de la importancia de las actividades culturales para el fortalecimiento de nuestra identidad como país. Y esto se va a lograr llevar a medida que llevemos talleres experienciales a las comunidades.
A su juicio, ¿cómo ha incidido Casa Cultural Huellas en la sociedad, o en los grupos que ha atendido estos años?
Encontrarte en la calle a pelao’s de de años y que se recuerden del taller donde tuvieron que pintar con huevo y tierra, y que quisieran volverlo a hacer, me llena de satisfacción. Hemos tallereado con miles de niños y adultos. Hemos sido testigos de una evolución en las artes; más gente participa, llama, pregunta y explora. Pero apenas es el inicio. Faltan muchos años de trabajo y mucha gente que se involucre en el proceso, sobre todo, el Estado que debe apoyar estos programas y las famosas políticas culturales para poder realmente nivelar la parte humana y social de Panamá con la parte económica, para tener un país más consistente, más congruente.
¿Le parece que su labor ha sido comprendida en su justa medida?
La sociedad nos ha apoyado siempre, pero nos gustaría llegar a un público más amplio.
¿Cómo visualiza el futuro inmediato de Huellas?
Un futuro con más fuerza, vitalidad y energía lleno de trabajo y positivismo, esforzándonos por llevar nuestro mensaje de cultura y educación a cada rincón panameño.
